La persona que medita, se convierte en dueña de su propio ser, ganando sabiduría y fuerza interior. Se equilibran las energías y se controlan los sentidos. Su vida se convierte en fuente de inspiración para los demás, que encuentran paz y calma en su presencia…
…”Así como la flor de loto se abre paso, desde el fondo de la oscuridad del estanque, sube a la superficie del agua, se abre, se eleva, sin mantener contacto ni con la tierra ni con el agua, a pesar de haber nacido en ellas; Así el espíritu, nacido de este mundo, abre sus pétalos, sus cualidades, después de haberse liberado de la corriente burbujeante de las pasiones y de la ignorancia.”
El loto es el símbolo del desarrollo espiritual, de lo sagrado y lo puro.